
En su última conferencia de prensa desde Casa Rosada, el vocero presidencial Manuel Adorni fue contundente: el Gobierno nacional intimó al gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, a regularizar de inmediato la millonaria deuda que la provincia mantiene con el Hospital SAMIC de El Calafate.
El reclamo se enmarca en una situación crítica: mientras la provincia gasta $17.558 millones al año en políticas de género, mantiene una deuda de $24.978 millones con el hospital de alta complejidad que depende de la cogestión provincial y nacional.
Desde Nación remarcaron que no se trata solo de números, sino de la salud de miles de santacruceños que acuden diariamente al establecimiento. “La deuda provincial impacta en la previsibilidad del hospital, y la salud no puede esperar”, señalaron fuentes oficiales.
El mensaje de Adorni expuso públicamente una tensión que hasta ahora se discutía por lo bajo: la prioridad de gastos del gobierno provincial frente a la deuda con un hospital que cumple un rol clave en toda la Patagonia.
La intimación al gobernador Vidal instala un nuevo foco de conflicto político y social en Santa Cruz, en medio de reclamos de la comunidad hospitalaria y la presión de Nación para garantizar la atención médica sin interrupciones.
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