La senadora ultra comunista Natalia Gadano, junto a su hermano Marcelo Gadano, conocido puntero de ATE con denuncias penales en su contra, lideraron una toma violenta de la municipalidad local. Este acto de barbarie, cargado de extorsión y prepotencia, dejó en evidencia los métodos oscuros con los que ambos buscan imponer su voluntad, pisoteando los derechos de la ciudadanía y las instituciones democráticas.

La senadora Gadano, conocida por su obstaculización constante en el Senado, había sido protagonista de otro escándalo meses atrás al negarse a dar quórum para el tratamiento de la Ley de Bases. Fuentes cercanas aseguran que su negativa no fue más que una maniobra extorsiva para obtener beneficios personales y políticos.

Pero el prontuario de esta familia no termina ahí. Marcelo Gadano, su hermano y cómplice en esta toma, acumula denuncias penales por presuntas irregularidades y actos de violencia vinculados a su rol como puntero sindical de ATE. Ahora, se suma como figura clave en este acto de fuerza que convirtió a la municipalidad en un bastión de okupas al servicio de sus intereses personales.

Ante la gravedad de la situación, la policía emitió un ultimátum para desalojar el edificio, pero la resistencia del grupo liderado por los Gadano mantiene en vilo a toda la comunidad.

Natalia y Marcelo Gadano representan un modelo político y sindical basado en la prepotencia, el abuso y la ilegalidad. Este episodio no solo expone sus métodos deplorables, sino que también pone en jaque los principios fundamentales de la democracia y el estado de derecho.