El siguiente análisis agroclimático revela patrones térmicos y de precipitación inusuales durante un período crucial para la agricultura. El estudio detallado de las temperaturas y la distribución de las lluvias, comparado con los promedios históricos, permite identificar riesgos potenciales y estrategias de adaptación para optimizar la producción agrícola en la región.
Análisis Detallado de las Temperaturas
La variación térmica observada en el período analizado destaca la necesidad de una gestión agrícola adaptativa. Las temperaturas, superiores a los promedios históricos en algunos meses y cercanas a la media en otros, impactan directamente el desarrollo de los cultivos y la eficiencia de la producción.
Temperaturas Atípicas en Septiembre y Octubre
Septiembre y octubre registraron temperaturas significativamente superiores a los promedios de las últimas 10 campañas. Las anomalías de 2,46°C (media), 2,68°C (máxima) y 2,26°C (mínima) en septiembre, y de 2,68°C (media), 2,84°C (máxima) y 2,33°C (mínima) en octubre, sugieren un inicio de temporada con condiciones térmicas más cálidas de lo habitual. Este aumento en las temperaturas puede acelerar el desarrollo inicial de los cultivos, pero también incrementar la demanda de agua y la susceptibilidad a plagas y enfermedades.
Estabilización Térmica en Noviembre, Diciembre y Enero
Durante los meses de noviembre, diciembre y enero, las temperaturas se mantuvieron más cercanas a las medias de las últimas 10 campañas. Sin embargo, diciembre presentó una desviación notable, con temperaturas medias, máximas y mínimas por debajo del promedio en -0,19°C, -0,4°C y -0,53°C, respectivamente. Esta ligera disminución en las temperaturas podría haber ralentizado el crecimiento de algunos cultivos, pero también reducido el estrés hídrico y la incidencia de ciertas enfermedades.
Ola de Calor en Febrero y Principios de Marzo
Febrero se caracterizó por un marcado aumento térmico, superando los promedios de las últimas 10 campañas en 4,5°C, 4,6°C y 4,3°C en las temperaturas media, máxima y mínima, respectivamente. Esta ola de calor continuó durante los primeros días de marzo, con temperaturas medias que excedieron en 2,9°C la media de las últimas 10 campañas, las máximas en 3,2°C y las mínimas en 2,7°C. El impacto de estas altas temperaturas durante la fase reproductiva de la mayoría de los cultivos en la región es particularmente preocupante, ya que este período es de alta sensibilidad a condiciones estresantes.
Días de Calor Extremo
Los meses de diciembre, enero y febrero se distinguieron por la alta frecuencia de días con temperaturas máximas superiores a los 35°C, registrando 20, 23 y 22 días respectivamente. Febrero, en particular, experimentó un calor extremo, con 16 días en los que las temperaturas máximas superaron los 40°C. Estas condiciones de calor extremo pueden causar estrés hídrico severo en los cultivos, reducir la polinización y el cuajado de los frutos, y aumentar la incidencia de plagas y enfermedades.
Análisis de las Precipitaciones
La distribución irregular de las precipitaciones, con un invierno seco seguido de variaciones significativas en los meses siguientes, plantea desafíos importantes para la agricultura en la región. La comprensión de estos patrones es crucial para la planificación de la siembra, el riego y otras prácticas agrícolas.
Invierno Seco
El período comprendido entre mayo y septiembre se caracterizó por un invierno seco, con precipitaciones casi nulas. Esta falta de lluvia puede agotar las reservas de agua en el suelo, dificultar la germinación de las semillas y limitar el crecimiento inicial de los cultivos. La disponibilidad de agua de riego se vuelve aún más crítica durante estos meses.
Recuperación Parcial en Octubre y Noviembre
A partir de octubre, se registraron mayores precipitaciones, aunque el acumulado mensual fue un 28% inferior respecto al promedio histórico de dicho mes. Noviembre, por su parte, registró una suma de 127 mm, lo que representa una anomalía positiva del 20% en comparación con el promedio histórico. Esta recuperación parcial de las lluvias podría haber aliviado el estrés hídrico en algunos cultivos, pero no fue suficiente para compensar el déficit acumulado durante el invierno.
Disminución de las Precipitaciones en Diciembre, Enero y Febrero
Las precipitaciones disminuyeron considerablemente en los meses siguientes, alcanzando solo el 56% del promedio histórico en diciembre (75 mm registrados, promedio histórico 133mm), el 24% en enero (32mm registrados, promedio histórico 134 mm) y el 63% en febrero (75 mm registrados, promedio histórico 118 mm). Esta reducción en las lluvias generó un estrés hídrico significativo en los cultivos, especialmente en aquellos que se encontraban en etapas de desarrollo críticas.
Escasez de Lluvias entre Diciembre y Febrero
La distribución diaria de las precipitaciones reveló un período de 50 días entre fines de diciembre y principios de febrero en el que la región experimentó una marcada escasez de lluvias, con un acumulado total de solo 29 mm, provenientes de seis eventos aislados y de baja intensidad (menos de 10 mm cada uno). Esta situación limitante generó el retraso en la programación de siembra de algunos lotes y afectó el desarrollo de los cultivos ya establecidos.
Fuente: https://argentina.gob.ar/noticias/informe-agroclimaticos-marzo-2025
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