Mientras el presidente Javier Milei trabaja para reducir el gasto público y achicar el Estado, el intendente ultra kuka de Río Gallegos, Pablo Grasso, despilfarra fondos en una fiesta para mejorar su imagen. Artistas como Trueno, Ke Personajes y Emanero cobrarán millonarias sumas por presentaciones de apenas una hora. Todo esto ocurre mientras las calles están llenas de pozos, sin asfalto, y los salarios municipales están en crisis. Grasso sigue de fiesta, pero los vecinos pagan la cuenta.