En los últimos días, Argentina ha sido testigo de una serie de incidentes violentos en los que personas mayores se han visto obligadas a defenderse de delincuentes armados. Estos sucesos plantean importantes cuestiones sobre la inseguridad ciudadana, el control de armas y los límites de la legítima defensa.
Ancianos contra el crimen: ¿legítima defensa o violencia injustificada?
El primer incidente ocurrió el lunes pasado, cuando un jubilado de 78 años disparó y mató a uno de los dos delincuentes que intentaban robarle el auto. El hecho tuvo lugar en el barrio de Villa Madero, en el partido bonaerense de La Matanza. El fiscal de Homicidios, Diego Rulli, está a cargo de la investigación y no ha tomado medidas contra el jubilado, aunque ordenó una serie de acciones para localizar a otros tres cómplices del adolescente, quienes lograron huir.
El segundo suceso involucró a un jubilado de 87 años que disparó y mató a un ladrón que intentaba robarle las pertenencias en su casa de la localidad de Pablo Nogués, en el partido de Malvinas Argentinas. El fiscal Germán Weigel, a cargo de la UFI Descentralizada Nº 19 de Malvinas Argentinas, en el Departamento Judicial San Martín, solicitó la presencia de personal de la Policía Científica en el lugar y dispuso que el cuerpo del delincuente sea trasladado a la morgue para su identificación. Por ahora, la justicia no ha tomado ninguna medida contra el jubilado, considerando que actuó en defensa propia.
El debate sobre el control de armas: ¿una solución o un riesgo?
Estos incidentes han reavivado el debate sobre el control de armas en Argentina. Algunos sostienen que un mayor control de armas reduciría los niveles de violencia y delincuencia, mientras que otros argumentan que restringir el acceso a las armas solo desarmaría a los ciudadanos respetuosos de la ley, dejándolos indefensos ante los criminales. El tema es complejo y no tiene respuestas fáciles.
En el caso de los jubilados, que son más vulnerables a los ataques debido a su edad y fragilidad, la cuestión del control de armas se vuelve aún más complicada. Por un lado, el acceso a un arma puede proporcionarles un medio de autodefensa. Por otro lado, también puede aumentar el riesgo de que ellos mismos se lesionen o de que el arma sea utilizada contra ellos.
Límites de la legítima defensa: ¿hasta dónde llega?
Otro tema que surge de estos incidentes es el de los límites de la legítima defensa. El Código Penal argentino establece que la legítima defensa es la que se ejerce en el momento de la agresión ilegítima y siempre que el medio empleado para repelerla sea racional. Sin embargo, la interpretación de lo que se considera «racional» es a menudo subjetiva y depende de las circunstancias específicas de cada caso.
En los casos de los jubilados, los tribunales tendrán que determinar si el uso de la fuerza letal estaba justificado en base a la gravedad de la amenaza y a las opciones que tenían disponibles para defenderse. Estos casos serán seguidos de cerca para establecer un precedente sobre los límites de la legítima defensa en Argentina.

Fuente: https://derechadiario.com.ar/politica/jubilado-87-anos-liquido-escopetazo-ladron-que-entro-su-casa
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